¿SE PUEDE ADIESTRAR UN GATO? TRUCOS Y CONSEJOS
Estamos acostumbrados a hablar de clases de adiestramiento canino, pero no de adiestramiento felino. Es más, probablemente no tenemos ni siquiera referencias sobre la psicología felina. Por ello, en este artículo te damos las pautas para conocer mejor a tu gato para que, después, puedas enseñarle algunos modales.
La psicología de los gatos
Adiestrar un gato es posible pero, para ello necesitas saber cómo piensa y cuáles son las pautas de comportamiento. Debes partir de una base fundamental: un gato no es un perro. Los perros son animales de grupo, sienten que pertenecen a una manada y buscan agradar al líder, generalmente tú. Sin embargo, los gatos actúan de otro modo, digamos que están más interesados en gustarse a sí mismos y carecen del impulso de obediencia de los perros.
Es importante que tengas en cuenta las formas de comunicación que tiene el gato: el maullido, el ronroneo, el marcaje con olores y las expresiones faciales. Debes saber que algunas de estas formas de comunicación no son naturales, sino que han sido adquiridas con la domesticación. Concretamente, el maullido. Antes de la domesticación, solo maullaban los cachorros; ahora tu gato lo usa para comunicarse contigo. Por tanto, solo maullará para conseguir cosas de ti.
Cómo adiestrar un gato
Para que el gato aprenda adecuadamente es importante que esté socializado, acostumbrado a las personas y situaciones diversas. Para enseñarle, usa comandos suaves y condicionantes indirectos para disuadirlo de algunos comportamientos.
Los gatos empiezan a aprender cosas desde que nacen, por eso lo mejor es empezar con su educación desde que son cachorros. Entre la segunda y la séptima semana de vida, el gatito está más receptivo para aprender cosas nuevas. Lo mejor es que durante ese tiempo tenga la mayor cantidad de experiencias posible, acostúmbralo a que lo cojas para asearlo, cortarle las uñas o llevarlo en su transportín la veterinario.
Dado que los gatos no son animales gregarios, en su vida salvaje eran más bien solitarios, no puedes enseñarle nada a partir de criterios de autoridad. Debes emplear modales suaves, lo más alejados posible de la agresividad.
Cuando tu gato tenga un comportamiento incorrecto, lo más adecuado es disuadirlo, pero de manera que no lo relacione con un castigo. Un truco bastante infalible es rociar agua en la distancia con un pulverizador.
Qué debes tener en cuenta para adiestrar a tu gato
Los gatos son animales muy territoriales. Son especialmente escrupulosos con su entorno, al que quieren tener siempre muy controlado. Por eso, llevarlo a lugares que no conocen puede ser un motivo de estrés para ellos.
Es probable que los gatos aprendan solos a hacer sus necesidades en el arenero, pero para asegurarte de que lo va a hacer desde el principio, nada más llegar a casa ponlo en la bandeja higiénica.
Tu gato es un animal nocturno, por lo que gran parte de su tiempo activo será de noche. Pero si prefieres que duerma por la noche —justo cuando tú lo haces— deberás acostumbrarlo a que esté despierto por el día y realice mucha actividad.
El juego es muy importante para los gatitos, y también para los gatos adultos. Jugar es una actitud básica para los gatos, mediante los momentos lúdicos aprenden a relacionarse con sus iguales y a desarrollar las habilidades que les permitirán cazar. Juega mucho con tu minino, pero usa juguetes en lugar de tus manos, podrían acabar magulladas.
Y lo más importante: ten mucha paciencia y constancia. Adiestrar un gato no es fácil. Algunos son muy reacios a interactuar con las personas y los rescatados de la calle pueden tardar mucho tiempo en socializar. Pero nada es imposible. ¡Con perseverancia y paciencia puedes lograrlo!
Como ves, adiestrar un gato es una tarea compleja. Sin embargo, si comienzas por entender la psicología felina, observar la forma de relacionarse y comunicarse de tu gato, y aprendes algunos trucos, con paciencia y constancia aprenderás cómo adiestrar a un gato. ¿Te animas a hacerlo?